La cancha de césped sintético de la Federación de Ligas Deportivas y Barriales del Puyo se convierte en un tumulto de voces amontonadas, todas las tardes.
A las 14:30, niños y adolescentes de barrios del sur, centro y norte de la capital de Pastaza empiezan a llegar a ese campo de juego con la ilusión de convertirse en jugadores de equipos de la Primera categoría del fútbol ecuatoriano.
La mayoría toma buses para llegar al escenario, ubicado en el kilómetro 2 1/2 de la vía a Macas. Pagan USD 0,25 por el transporte y arriban con maletas en las que guardan sus pupos, ‘canilleras’, pantalonetas...
La tarde del miércoles pasado, a las 14:30, apenas había tres chicos de los 200 que forman parte de la escuela de balompié que funciona en el estadio. Pero luego de 15 minutos se empezaron a escuchar más voces de talentos. Algunos optaron por cambiarse en un costado de la cancha, separada de los graderíos por mallas. Otros acudieron al camerino.
Estos chicos, de entre 6 y 16 años, en algunos casos, quieren seguir el camino de Hamilton Chasi e Israel Chango, quienes pasaron por Liga de Quito y hoy juegan en Macará. Ambos se formaron en las canchas del Puyo, localidad con unos 40 000 habitantes, según las autoridades. Otros se ilusionan con llegar a ser como Antonio Valencia, el jugador del Manchester United, que se formó en Lago Agrio.
Chango y Chasi constituyen apenas un número limitado de jugadores en la Serie A. Según los registros de la Ecuafútbol, Esmeraldas sigue como una de las mayores canteras del fútbol del país (existen 26 fichas de menores de 20 años que integran los planteles de Primera).
Aun así, los jóvenes del Puyo luchan por ser futbolistas. Uno de ellos es Aaron Espinoza, de 11 años, quien muestra sus habilidades en la escuela de fútbol que funciona en el estadio y que tiene un convenio con Liga de Quito.
Este acuerdo permite que los mejores sean seleccionados por LDU. Así, ellos pueden realizar pasantías en las formativas de la ‘U’. A cambio, el club quiteño les cubre los gastos por pasajes, alimentación y estadía en la capital.
Esta información la confirman Mauricio Vargas, coordinador de la escuela de fútbol, y Bolívar Moreano, vicepresidente de las divisiones juveniles de la ‘U’.
En caso de que los talentos sean escogidos por la ‘U’, según Moreano, pueden quedarse en la residencia de Liga. El cuadro azucena tiene registrados a 200 juveniles.
Espinoza, por sus condiciones, es uno de los talentos observado por Liga. El volante, de 11 años, confía en que viajará a la capital para unirse al plantel.
Un grupo de chicos de esta escuela de fútbol representan al club Cumandá en los torneos nacionales Sub 12 y Sub 14, organizados por la Federación Ecuatoriana de Fútbol.
Cumandá es un club de segunda y, al igual que el resto de los equipos de la localidad, no tiene formativas. Es por esto que, a través de un convenio respaldado por el Consejo Provincial de la localidad, utiliza a los chicos en sus equipos Sub 12 y Sub 14.
En el Puyo existen otras escuelas de fútbol como la del Municipio local, la escuela municipal y la del DT Miguel Ángel Russo. Así lo cuenta Fausto Llerena, titular de la Asociación de Fútbol de Pastaza. No existe un número preciso de los talentos que sueñan con llegar a la Serie A.